¿santiaguinos = ciegos?
Quiero aclarar que con lo que diré no me refiero a todos los santiaguinos, existen grandes excepciones.
Todo comenzó ayer en la noche cuando mi papá nos invitó a comer a Sebastián (mi hermano) y a mí. Yo quería algo diferente y nunca había probado la comida francesa, así que fuimos a “Les Assassins” (Merced 297, paso el dato). Para llegar al local, nos recorrimos prácticamente todo el centro en el vehículo porque ni uno de los tres se acordaba donde quedaba la calle Merced.
En la Camioneta llevábamos puesto la radio 102.5 y estaban dando música de Sol y Lluvia. Yo me sorprendí con Santiago, el Cerro Santa Lucía, las calles, las construcciones antiguas, son hermosas, lástima que mucha gente no los aprecie. La música iba acorde a ese sentimiento un tanto nacionalista que me surgió al ver lo bella que es está ciudad por la noche.
Creo que los Santiaguinos no ven la belleza del centro. Quizás es porque en las noticias muestran a cada rato asaltos ocurridos en la Alameda, pero acuérdense también que entre las comunas que sufren más robos está Las Condes (El Mercurio).
Realmente, estaba maravillada, con la arquitecura de muchas construcciones y otras que se están cayendo a pedazos. La gente parece olvidar que es aquí donde está la esencia y el origen de Santiago. Había una peluquería abierta a las 10 de la noche. Si eso sucediera en Chillán…
Me di la “lata” de preguntar a algunos santiaguinos (los interrogados gastan o en cigarros, cerveza, café, bebidas y almuerzos que podrían abaratar, además de que algunos tienen pase escolar), si habían visitado alguna vez el Museo de Bellas Artes: la respuesta de la mayoría fue un rotundo “NO”. Dijeron que era caro, que no tenían tiempo, o que les quedaba muy lejos. Discúlpenme, pero creo que todas las excusas fueron insuficientes, ¿saben por qué? Yo les explico. Existe la posibilidad de ir a “Museos de medianoche” que es gratis, además que hay exposiciones que son baratas, que para estudiantes no sobrepasan los 300 pesos. ¿Movilización?, si se quejan por movilización acá en Santiago, donde existen micro a toda hora, aunque en la noche tarden en pasar, donde existe el metro, si se quejan por eso, no los quiero ver en Chillán, donde en distancias tan cortas como Chillan a Chillán Viejo o pueblos cercanos (tan cercanos que son sólo 25 km, distancia que uno puede recorrer fácilmente dentro de esta ciudad y sus cercanías, gracias al metro tren) hay que tomar un bus (horario, $1000), que te deja en un terminal, entonces para llegar al destino tienes que tomar otra locomoción (más $). No tienen tiempo… a entonces no sé en qué gastan el tiempo, porque prefieren tomar metro a caminar 3 ó 4 estaciones.
Esto demuestra lo centralizado que está el país en lo que sólo era un ensayo para la creación de las regiones.
Dicen que uno valora lo que tiene cuando lo pierde. Amigos míos que se fueron a estudiar fuera de Santiago volvieron, porque acá estaba todo. Los que llegan, extrañan sus lugares, pero saben valorar las cosas de acá en Santiago.
Yo pretendo disfrutar esta ciudad, pero no perderé mis costumbres medio provincianas, o como me decían mis compañeros en la universidad al más puro estilo de concurso telefónico “de regiones”, como (la típica) decirle gracias al chofer de la micro.
Ahora tengo dos opciones de porque muchos santiaguinos no ven la belleza de esta ciudad, o si la ven no la aprovechan:
1) Por el smog no ven hacia arriba. Es decir les impide la visión.
2) O bien ven, pero su ceguera no radica en su visión, sino en que el smog les atrofio las neuronas y lo que ven no lo asimilan.
Santiago puede ser hermoso, y con bajo costo.
Pero, también prefieren andar en auto a metro. Contaminan, no caminan…
Todo comenzó ayer en la noche cuando mi papá nos invitó a comer a Sebastián (mi hermano) y a mí. Yo quería algo diferente y nunca había probado la comida francesa, así que fuimos a “Les Assassins” (Merced 297, paso el dato). Para llegar al local, nos recorrimos prácticamente todo el centro en el vehículo porque ni uno de los tres se acordaba donde quedaba la calle Merced.
En la Camioneta llevábamos puesto la radio 102.5 y estaban dando música de Sol y Lluvia. Yo me sorprendí con Santiago, el Cerro Santa Lucía, las calles, las construcciones antiguas, son hermosas, lástima que mucha gente no los aprecie. La música iba acorde a ese sentimiento un tanto nacionalista que me surgió al ver lo bella que es está ciudad por la noche.
Creo que los Santiaguinos no ven la belleza del centro. Quizás es porque en las noticias muestran a cada rato asaltos ocurridos en la Alameda, pero acuérdense también que entre las comunas que sufren más robos está Las Condes (El Mercurio).
Realmente, estaba maravillada, con la arquitecura de muchas construcciones y otras que se están cayendo a pedazos. La gente parece olvidar que es aquí donde está la esencia y el origen de Santiago. Había una peluquería abierta a las 10 de la noche. Si eso sucediera en Chillán…
Me di la “lata” de preguntar a algunos santiaguinos (los interrogados gastan o en cigarros, cerveza, café, bebidas y almuerzos que podrían abaratar, además de que algunos tienen pase escolar), si habían visitado alguna vez el Museo de Bellas Artes: la respuesta de la mayoría fue un rotundo “NO”. Dijeron que era caro, que no tenían tiempo, o que les quedaba muy lejos. Discúlpenme, pero creo que todas las excusas fueron insuficientes, ¿saben por qué? Yo les explico. Existe la posibilidad de ir a “Museos de medianoche” que es gratis, además que hay exposiciones que son baratas, que para estudiantes no sobrepasan los 300 pesos. ¿Movilización?, si se quejan por movilización acá en Santiago, donde existen micro a toda hora, aunque en la noche tarden en pasar, donde existe el metro, si se quejan por eso, no los quiero ver en Chillán, donde en distancias tan cortas como Chillan a Chillán Viejo o pueblos cercanos (tan cercanos que son sólo 25 km, distancia que uno puede recorrer fácilmente dentro de esta ciudad y sus cercanías, gracias al metro tren) hay que tomar un bus (horario, $1000), que te deja en un terminal, entonces para llegar al destino tienes que tomar otra locomoción (más $). No tienen tiempo… a entonces no sé en qué gastan el tiempo, porque prefieren tomar metro a caminar 3 ó 4 estaciones.
Esto demuestra lo centralizado que está el país en lo que sólo era un ensayo para la creación de las regiones.
Dicen que uno valora lo que tiene cuando lo pierde. Amigos míos que se fueron a estudiar fuera de Santiago volvieron, porque acá estaba todo. Los que llegan, extrañan sus lugares, pero saben valorar las cosas de acá en Santiago.
Yo pretendo disfrutar esta ciudad, pero no perderé mis costumbres medio provincianas, o como me decían mis compañeros en la universidad al más puro estilo de concurso telefónico “de regiones”, como (la típica) decirle gracias al chofer de la micro.
Ahora tengo dos opciones de porque muchos santiaguinos no ven la belleza de esta ciudad, o si la ven no la aprovechan:
1) Por el smog no ven hacia arriba. Es decir les impide la visión.
2) O bien ven, pero su ceguera no radica en su visión, sino en que el smog les atrofio las neuronas y lo que ven no lo asimilan.
Santiago puede ser hermoso, y con bajo costo.
Pero, también prefieren andar en auto a metro. Contaminan, no caminan…