"Recuerdos de la dolce vita, y de la gorda"
Muchos sienten vergüenza cuando sus padres revelan fotos de su niñez, otros creen que fue su mejor momento, a algunos les da lo mismo, yo en lo personal creo en asumir lo que uno fue, evolución sin olvidar la tradición. Evolucionar, curiosa palabra, el otro día fui al dentista y me dijo que tenía tres muelas del juicio al acecho, pensé "soy casi evolucionada, si hubiera sido caballo hubiera tenido en tres patas tres pesuñas y en la otra dos".
Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, ya lo creo, cuando éramos niños lo único que importaba era comer, jugar y regalonear, pero lamentablemente de nuestra primera niñez uno no recuerda nada, y descubrí por qué, si no me equivoco si no fuera porque hoy hay cámaras digitales, la etapa de nuestra vida en la que más posamos para las cámaras fue cuando éramos unos bebés, porque nuestros papás siempre andaban con la cámara dispuesta, esperando un momento "Kodak", para recordar todo lo posible en el futuro. Debido a esto, recordé que en "Un viejo leía novelas de amor" a los shuar no les gustaba fotografiarse porque creían que las fotos les quitaban parte del alma. Quizás por eso no recordamos nuestra primera infancia, nos fotografiaron tanto que nos quitaron alma y con eso recuerdos. Debo admitir que adoro las fotos.
Viendo fotos, miré los peinados ridículos que me hacía mi padre, pero un hombre con una motricidad fina poco desarrollada siempre será incapaz de peinar a alguien. Tampoco entendí porque nos sacaban fotos desnudos, cosa de la que varios se avergüenzan, pero en realidad cuando somos pequeños no tenemos complejos con nuestro cuerpo como ahora, incluso en esos momentos si hubiéramos podido hablar hubiéramos dicho "Soy gordo y qué, a toda mi familia le encantan mis rollitos en las piernas, brazos y cachetes, así me encuentran sexy, y tomo mucha leche y como harto, no para crecer fuerte sino para cultivar mis rollitos".
Gordos felices. Mi hermano tiene mil fotos en vasenica, porque según mi papa el siempre estaba sentado por lo menos una hora, y ellos le gritaban "Listo" y el respondía "tovia nooooo". Cuando viajábamos lo sentaban en la carretera y el se tomaba la molestia de demorar una hora hasta que mis papás lo sacaban con la vasenica incluida. El se ríe con sus historias. Mi hermana alega por sus peinados, por la ropa y porque es la mujer menos fotogénica que existe. No le muestra las fotos ni a los pololos, la comprendo, porque aún espero una foto en la que salga bien para poder enmarcar.
Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, ya lo creo, cuando éramos niños lo único que importaba era comer, jugar y regalonear, pero lamentablemente de nuestra primera niñez uno no recuerda nada, y descubrí por qué, si no me equivoco si no fuera porque hoy hay cámaras digitales, la etapa de nuestra vida en la que más posamos para las cámaras fue cuando éramos unos bebés, porque nuestros papás siempre andaban con la cámara dispuesta, esperando un momento "Kodak", para recordar todo lo posible en el futuro. Debido a esto, recordé que en "Un viejo leía novelas de amor" a los shuar no les gustaba fotografiarse porque creían que las fotos les quitaban parte del alma. Quizás por eso no recordamos nuestra primera infancia, nos fotografiaron tanto que nos quitaron alma y con eso recuerdos. Debo admitir que adoro las fotos.
Viendo fotos, miré los peinados ridículos que me hacía mi padre, pero un hombre con una motricidad fina poco desarrollada siempre será incapaz de peinar a alguien. Tampoco entendí porque nos sacaban fotos desnudos, cosa de la que varios se avergüenzan, pero en realidad cuando somos pequeños no tenemos complejos con nuestro cuerpo como ahora, incluso en esos momentos si hubiéramos podido hablar hubiéramos dicho "Soy gordo y qué, a toda mi familia le encantan mis rollitos en las piernas, brazos y cachetes, así me encuentran sexy, y tomo mucha leche y como harto, no para crecer fuerte sino para cultivar mis rollitos".
Gordos felices. Mi hermano tiene mil fotos en vasenica, porque según mi papa el siempre estaba sentado por lo menos una hora, y ellos le gritaban "Listo" y el respondía "tovia nooooo". Cuando viajábamos lo sentaban en la carretera y el se tomaba la molestia de demorar una hora hasta que mis papás lo sacaban con la vasenica incluida. El se ríe con sus historias. Mi hermana alega por sus peinados, por la ropa y porque es la mujer menos fotogénica que existe. No le muestra las fotos ni a los pololos, la comprendo, porque aún espero una foto en la que salga bien para poder enmarcar.
A pesar de que aún las oculta, ya se rindió, entendió al fin eso de "Hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demás existe mastercard". Conclusión: nunca será modelo